Ahí está la clave, detenernos a afilar la sierra (Covey tiene razón). Lo siguiente corresponde a elaborar un programa de conocimiento del cliente para ofrecer lo que al fin y al cabo este requiere y necesita, comprarnos relaciones duraderas.
En un artículo anterior había mencionado la importancia de tener el valor de preguntar al cliente, ya que, de todas maneras es únicamente él es quien puede establecernos el nivel estándar de nuestras prestaciones, no importa si se refiere a nuestros productos o servicios. Esta información es útil, pero, ¿qué es lo se debe preguntar?¿cuáles son los datos que se deben recabar?¿qué debemos conocer del cliente?
- Contacto directo: siempre existe alguien que enlace con nuestra empresa en forma directa y nos canalice las necesidades dentro de su organización. Esta persona es la más importante en nuestra estrategia de comunicación.
- Redes sociales a la que pertenece: la presencia en internet de las personas puede proveer información importante para conocer mejor a la gente.
- Fechas importantes de la empresa y nuestro contacto: los gestos amables de felicitaciones en cumpleaños o aniversarios nunca son mal recibidos.
- Web de la organización: nos da una presentación de la empresa, sus productos o servicios, el staff y los logros a través de su existencia.
- Datos e información apropiada de acuerdo al rubro.