viernes, 7 de mayo de 2010

El líder y la atención al cliente


Luego de estar durante bastante tiempo embebido en las presentaciones y charlas acerca de la calidad de atención al cliente y la importancia de tal actuar tanto para la empresa como para el propio colaborador, estuve absorbiendo algo de ¨realidad¨ en estos últimos días en que tuve la oportunidad de estar más allá de las creaciones de paradigmas en este sentido.


Son tantos los lugares a donde podemos llegar y gozar de una estupenda actuación de servicio al cliente, así como existen sitios en donde se adora tener piernas para huir despavorido.

Analizando el actuar de una dependiente hace unos días, me di cuenta que se puede concluir que la responsabilidad (es decir, la habilidad de responder) con respecto y a el cliente corresponde primeramente a la cabeza. Si ésta no actúa en forma comedida con el cliente, no comulga con los intereses del cliente y si no está, por lo menos, enterado de las opiniones del cliente acerca de su empresa o ¨persona¨, es muy probable que sea ¨responsable¨ de dar vida a monstruos en la atención al cliente.

En un artículo anterior había mencionado y hablado acerca de los motivos que mueven a las personas a servir (al cliente). En dicho artículo plasmaba la importancia de observar las posibilidades de crecer interna y externamente en la empresa o afuera desarrollando las habilidades necesarias para atender al cliente.

Ahora caigo en cuenta que también es importante trabajar con las cabezas corporativas de manera a contagiar el espíritu de servicio al cliente, que debe empezar por allí.
A pesar de lo dicho hasta ahora, queda a la luz el hecho que las habilidades mencionadas se desarrollan, se practican y nunca se dejan de practicar. En los últimos días me han hecho esta pregunta: ¿Qué pasa si uno no tiene la paciencia necesaria para atender al cliente?. En manos del lector dejo estos segundos de reflexión.

Con cuantas ganas responderíamos: ¨Si no hay intención de atender bien, pues ese no es tu sitio, puedes presentar tu renuncia¨. Creo que es el primer concepto que viene a nuestras cabezas. Y de esta manera, cómo estaríamos liderando nuestro grupo? Pero, con la intención de desarrollar las habilidades necesarias con respecto a la atención al cliente podríamos responder e invitar a los líderes a responder: ¨La paciencia y las habilidades en atención al cliente se consiguen con práctica diaria. Practica, practica y practica. Y cuando termines de practicar… sigue practicando¨.

Hasta la próxima.