Hoy me animo a enumerar cuatro características de un equipo eficaz, desde la perspectiva de equipos conocidos y líderes que fomentaban prácticas beneficiosas:
- La actitud por sobre la aptitud: A pesar de que lo hemos escuchado y leído tantas veces, en muchas ocasiones olvidamos que si falta aptitud no importa, se capacita al colaborador, pero si falta actitud la situación es más complicada, se tiene por consecuencia personas no comprometidas con el equipo.
- La información compartida: El trabajo eficiente se logra si cada integrante del equipo comprende lo que debe hacer (qué, cuándo y cómo), y esto es consecuencia de haber compartido información completa con cada uno. También pienso que compartir información acerca de los inconvenientes encontrados permite la colaboración en busca de soluciones.
- El empoderamiento de los integrantes: El acompañamiento de las actividades y la evaluación de los objetivos son importantes, pero la dependencia de los integrantes en cada labor no es tan "eficaz"; asignar funciones y responsabilidades específicas de acuerdo a habilidades y la posibilidad de decisión sobre algunos detalles proporciona hace crecer la autoconfianza
- El desafío de crecer: A pesar de lo cómodo que pueda resultar trabajar en un equipo que funciona ya hace tiempo, el crecimiento de los integrantes los llevará a otros caminos quizás. No es bastante razón para no propiciar desafíos para la formación y desarrollo del talento.
Obviamente hay muchas más características que se pueden mencionar, pero como punto de inicio, practicar estos cuatro puntos no es imposible.
